Es curioso como evolucionamos.
Es curioso poder comprobarlo cuando buceas en el "Baúl de los Recuerdos"...
Sobretodo teniendo uno enorme con forma de Disco Duro Externo almacenando 2 capas de Backups y un montón de material archivado/descatalogado desde 1997 que nunca te atreviste a publicar por miedo a ser tremendamente visceral y te criticaran por ello... Básicamente lo que hoy conocemos como la "Cultura de la Cancelación" y la "Generación de Cristal de los Ofendiditos" que no ahondan en el contexto de la imagen banal y descontextualizada que se les presenta.
Y esto de bucear en los recuerdos me resulta tremendamente curioso, porque muchos de estos trabajos los había olvidado. Ahora que los he estado revisando por encima, algunos me parecen tremendas mierdas y otros me siguen sorprendiendo gratamente por la calidad artesana de mis manitas en su finalización.
El escrito que voy a compartir en esta entrada es uno de esos que no recordaba, incluso había olvidado el contexto sobre el que cimenté toda esta reflexión escrita en una ENCABRONADA noche de un lejano Septiembre de 2011, en la que hablaba respecto a una horrible costumbre humana que las generaciones de hoy día han denominado como "Ghosting" y generalizándola hacia el sexo femenino. (Obviamente esta historia está contada desde mi perspectiva personal y entristecida de la época. En su momento me moría por conocer la otra perspectiva para saber qué fue lo que sucedió.)
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MaIA: "Russell, todos hemos caído en las redes del Ghosting, incluso con amigos y familiares con los que ya solo tratamos en eventos específicos." |
Una encabronada pero a la postre ácidamente cómica y oscura reflexión en las que generalizo pensamientos, y que al volver a leer tras tantos años me ha hecho reír con sendas carcajadas. Estará mal que yo lo diga, pero no debería haber censurado este tipo de escritos y haberlos compartido aquí en Variedalia en su momento; más aún teniendo en cuenta que el Blog lleva abierto desde 2006 y este escrito es del último trimestre de 2011.
En fin, con todos estos viejos trabajos artísticos, escritos, multimedia e incluso fotografías me encanta ver lo mucho que he evolucionado, y lo mucho que aún me conservo fiel a la esencia de mi forma de ser.
A una semana de comenzar el cambio satisfactorio más importante de mi vida, me regocijo de poder encontrar pedacitos de mi ser que aún tengan la capacidad de sorprenderme. (¡Que mal suena! Es como una auto-complacencia cumplida... Pero me da igual. Nunca he hecho lo que hago para satisfacer a los demás. Eso es secundario. Lo hago por como soy, y si con ello entretengo o satisfago a otras personas, pues bienvenido sea ese don. Estaré aquí para recibiros a todos con los brazos abiertos.) Este escrito me ha sorprendido gratamente y me he reído sobremanera porque no me acordaba de nada en absoluto. Creo que hace mucho tiempo que no escribo de manera tan cínica, irónica y sarcástica como aquí, haciendo uso de pequeñas dosis de humor negro.
Así que sin más dilación os invito a repasar conmigo este escrito nacido hace 14 años de la visceralidad de un cabreo monumental y una tristeza íntegramente entretejidas entre las palabras... Todo ello representando a una versión de mí que; gracias a mi querida Arixa; he podido ir enterrando con los años a través de las originales capas de sensibilidad recuperadas que había perdido con el tiempo.
Ahora bien, si os da pereza podéis hacer la de un compañero de mi trabajo y "esperaros a la peli" y obviar el escrito. En cuyo caso gracias por al menos haber llegado hasta este párrafo. Podéis salir por la puerta de vuestra habitación a pensar en lo que habéis hecho... 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Sin más dilación, vamos a abrir el viejo Diario y exponer el escrito:
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Martes, 6 de Septiembre de 2011
<-- LA NAVAJA DE OCCAM -->
Y por que siento que a veces las mujeres nos complican la
puta existencia...
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Esto es la polla… Si no fuera porque adoro la
elegancia del cuerpo femenino me haría GAY. Pero no gay en plan Jesús Vázquez
no… Gay en plan MARICÓN, MARICÓN Y QUE ¡¡¡¡A TOD@S OS DEN POR EL CULO!!!!
Han vuelto a dejarme en la estacada una vez más. Desde hace más
de 3 meses, he tenido en mi poder 2 entradas para ver a TRICICLE
con su obra GARRICK y la esperanza de una mujer acompañándome.
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Esta foto fue sacada por Joan Gràcia de los Tricicle. Aunque la haya revelado yo 14 años después para publicar en esta entrada. Sí. Mi hermana y yo salimos en ella... |
Pos al final,
para variar voy a acabar yendo con mi hermana porque me han vuelto a dejar en la
estacada tras varias semanas de largas sin usar la sinceridad...
"¡Oh! Muchas gracias, pero al final voy a estar muy liada y no podré ir."
Al menos esta vez ha zanjado y no me ha dado largas. Con una excusa de mierda sí, pero al menos ha zanjado. Sin embargo, yo gilipollas de buena fe, me
voy a la Wikipedia y:
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La Navaja de Occam (navaja de Ockham o principio de economía o de parsimonia) hace referencia a un tipo de razonamiento basado en una premisa muy simple: en igualdad de condiciones, la solución más sencilla es probablemente la correcta.
La Navaja de Occam (navaja de Ockham o principio de economía o de parsimonia) hace referencia a un tipo de razonamiento basado en una premisa muy simple: en igualdad de condiciones, la solución más sencilla es probablemente la correcta.
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De acuerdo con la Wikipedia, el postulado es "Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem". Afortunadamente, lo traducen para todos aquellos que tenemos el latín algo cascado y básicamente dice:
“No ha de presumirse la existencia de más cosas que las absolutamente necesarias”
Por eso, como gilipollas de buena fe voy a creerme sus palabras para excusarla... Pero cuando hablamos de mujeres, “AAAYYY
PAAAAYOOOOO!!! Que OCCAM no funciona fiable como la fragonetaaa de un chacho!!!” He
mencionado lo último acontecido con la grandísima obra Garrick de Tricicle, aunque estas
palabras van por otro evento algo más turbio que me dolió mucho más. Van relacionados por la falta de valor para afrontar la sinceridad...
Con un reciente cambio de aires en mi vida social para mejor... Con gente nueva recién llegada que ha entrado para quedarse, y
gente que viene solo de pasada y se vuelve a ir.
Ahora bien, aún sigue habiendo épocas en las
que no paras en casa y te da por patrullar los PUTOS BARES que tanto odias
durante las noches de los fines de semana. No hay explicación para ello,
simplemente entramos en una especie de sintonía cósmica que nos empuja a
recorrer estos locales con esperanza puramente social/sentimental hasta terminar 1 de 2:
- Viajando en metro y volviendo en soledad a casa para seguir escribiendo preciosos textos melancólicos o relatos cortos. O…
- Haciendo eses de vuelta con una señal o placa bajo el brazo que dice “Achtung! Achtung! Vorsicht, bauarbeitung!”.
Afortunadamente para todos, estas sintonías
cósmicas duran unas pocas semanas y siempre son fruto de la inconsciencia provocada por la interacción social de gente desconocida de tu alrededor que te ponen a prueba con el paupérrimo "no hay huevos". Son temporadas en las que estamos en todos
los lugares en todo momento. Intentando conocer y que nos conozcan.
En estas
temporadas, la matemática cuántica se pone de nuestra parte y en CONTADÍSIMAS
ocasiones suceden cosas altamente improbables y que desafían al entendimiento
humano. Cosas que buscas con anhelo desde que no pudiste decirle a esa chica de
tu cuadrilla del barrio lo mucho que bebías los vientos por un beso suyo. O incluso que un
triste pico habría bastado para decirla todo lo que gustaría haberla dicho si
no hubiese tenido una pareja TAN estable. Y tú, hombre de principios, una
lealtad a la amistad con él. Cosa que en este momento y con la mente hirviendo
me da igual... Al menos ella se merece todo el amor que puedan darle, quien sea.
En fin, volviendo de los Cerros de Úbeda…
Hace apenas un mes, en una de estas patrullas
nocturnas, conocí a una chica. Sigo diciendo que soy chico que no suele beber.
Pero aquella noche había perdido una apuesta, y cumpliendo palabra, apenas
podía articular monosílabos sin riesgo de atragantarme. Total que, a pesar de todo, la conversación con
esta mujer en el estruendo del puto pub Heineken que se encuentra en Pozas duró un par de horas. Creo que estuvimos agusto los dos. Hubo química...
A veces las cosas no tienen una explicación racional. Dicen que
es lo que hace que el fútbol tenga gracia para la gente que lo disfruta. Si no
fuera porque a mi me repatea el fútbol, a veces pensaría que en ocasiones la
vida es como este deporte, donde los contrincantes buscan meter su pelota en la portería contraria... No sé si veis el símil marrano de hacer tantos que veo aquí...
Total…
Que a esas horas, veinticuatro se dice cuatro y
veinte. No hace falta que sean las cinco de la mañana y que no te tengas casi
de pie porque los pies te están matando dentro de los Fluchos que calzas. No hace falta mucho para que te equivoques al apuntar un número de teléfono de 9 sencillos dígitos en tu desfasado móvil Nokia de botones. No hace falta, no,
pero creedme que ayuda un montón… ¡¡¡Ostia puta si ayuda un montón!!!
Jamás hubiera recordado que su número terminaba en 24
en vez de en 42 si ella no me hubiera enviado un mensaje tres semanas después
de aquel primer contacto. Se conoce que, en algún momento de la noche; y a pesar de la existencia de las puñeteras llamadas perdidas; yo le
había apuntado mi número de teléfono en el reverso del CREDITRANS convenientemente guardado tras agotar los últimos viajes
que le quedaban. Hasta en las peores circunstancias puedo fardar de unos pocos
destellos de lucidez. No son muchas, pero a veces aparecen...
Curiosamente, su mensaje llegaba en un momento muy
oportuno. Llevaba tres fines de semana volviendo al mismo puto pub con la gente sectaria de Singles Bilbao, y hasta a Nagore (la que me amadrinó para entrar en el grupo)
se le estaba torciendo el gesto escépticamente de verme tan a menudo en ese
ambiente que tanto aborrecía sin una razón aparente para ello. Y es que, en estos ambientes encontrar una conversación interesante conjugada con una buena química era un don que no mucha gente encuentra de manera normal. Ni siquiera con mi madrina Nagore había química conversacional porque era una persona tremendamente introvertida que no articulaba más que monosílabos. Era como hacerte amigo de una piedra y querer conocer su pasado. Como no le hagas la prueba del Carbono 14 vas jodido...
En fin, volviendo a mi búsqueda de la mujer con la que tuve química, llevaba tres semanas intentando encontrar a
alguien que trabajara en el mismo hospital del que buenamente recordaba en la
conversación mantenida aquella noche y me pudiera dar una pista sobre ella. Persona de la que solamente tenía un nombre y un número de teléfono erróneo.
Tres
semanas rondando en plan acosador lo que creía que podía ser su barrio en busca de una bicicleta
Orbea azul (creía que me había comentado) o de un golpe de suerte, una
iluminación solar inesperada que me guiase, o una puta X marcando el lugar que ni el puto
Indiana Jones en la Última Cruzada.
Ni siquiera, el hecho de saber que
ella, supuestamente, viviera junto a una salida de metro me ponía las cosas
más fáciles. Con todas las salidas que tiene Bilbo… ¡¡¡¡POR DIOS!!!!
Solo de pensarlo me daban ganas de tumbarme en posición fetal en el suelo y
ponerme a llorar como un bebé. Eso sí, sin dejar de chuparme el dedo para dar más vergüenza ajena...
Es por todo esto que el mensaje SMS llegó en el momento
más oportuno como caído del cielo. Una semana más y hubiera terminado durmiendo
en algún cartón junto a un mendigo calvo que le roba el periódico al vecino, a
pesar de tener más pasta que tú (querido lector) y que
yo juntos.
Varios días después de varios SMS enviados/recibidos/intercambiados (porque recordemos que yo sigo con un Nokia de botones a pesar de que la gente está empezando a conocer y utilizar un programa de mensajería llamado WhatsApp en sus teléfonos inteligentes táctiles sin botones),
cuando ella tuvo tiempo, quedamos para tomar un café, y un helado.
Lógicamente, en la sobriedad, ella ya no era un ángel alado descendido de las
nubes más acolchadas para acariciarme el rostro con manos sedosas. Ni yo era
esa puta bestia de gafas que no vocalizaba palabra clara. Sin embargo, teníamos química. Ella además era
guapa. Muy guapa y en efecto tenía buena conversación como pude constatar en su momento a pesar del alcohol. Le dije que "debía de ser
buena enfermera".
¿Por qué le dije algo así? Porque había estado dándole cuerda a un tipo que no
está acostumbrado a beber y que habla la ostia de rápido, durante tres buenas horas en un antro de Bilbo. Para ella quizá una buena
conversación no fuera importante, pero para mí siempre es un puntazo a favor en cualquier posible relación.
Además, parecía tener confianza en sí misma, un interesante halo de misterio y
un montón de pecas en la cara que me resultaban simpáticas.
Tras tomar
los cafés, compramos un par de Cervezas Shandy, claro y nos fuimos a pasear.
Media hora más tarde ella compró un par de helados, y terminamos sentados en la orilla de la ría; cerca del barrio donde vivo;
hablando de su vida en el hospital. Por lo visto, cuando uno trabaja en
neurología enseñando de nuevo a la gente a manejar los cubiertos y a atarse los
zapatos… Cuando se pasa la mayor parte del tiempo en la unidad de cuidados
intensivos porque es el único lugar en el que hay aire acondicionado y que se
agradece en días de calor, una termina teniendo un montón de historias
graciosas que contar. Historias que combinan muy bien con otras derivadas de mi trabajo como Informático.
Charlamos, bebimos y reímos hasta que se me escapó un sonoro
eructo por culpa de la cerveza previa al helado. Fue el momento más embarazoso de la tarde, pero
ella le restó importancia al asunto haciendo un guiño a la película "Shrek". Imagino que si te tienen que volver a
enseñar a atarte los zapatos, es normal que se te escape un eructo o algún pedo
de vez en cuando. ¿No le restarías importancia?
Una hora más tarde nos despedimos de un modo que me
hacía presagiar optimistas tiempos mejores y quedadas varias...
Pero...
- Ocho días después, y no la he vuelto a
ver.
- Doce días después, y el único mensaje recibido
dicta:
<<He leído tarde el msg. Sí. Ya kedaremos, musus>>
- UN MES después, y no he vuelto a saber
de ella.
Me tengo por una persona locuaz con la que poder mantener una conversación interesante sobre cualquier tema que se presente. No suelo agobiar a la gente con mensajes aún teniendo sumo interés en desencriptar su pasado y conocer su presente. Pero no sé como sentirme respecto a esta situación teniendo en cuenta la buena química que hubo en las 2 interacciones realizadas...
Groucho decía: “Bebo para hacer interesantes a las demás
personas”. No sé aún si eso es cierto. Al parecer, cuando uno bebe todo resulta mucho
más atractivo a los sentidos, incluidas algunas personas. Aunque como digo, aún tengo por
confirmar este dicho, ya que estando con copas de más nunca he dejado de ser
consciente de mi alrededor. Así que supongo que nunca he cogido la manga padre.
Y respecto a la frase, lo que nunca hubiera considerado Groucho es, que alguien
pudiera resultar más interesante a los demás borracho como una cuba que sobrio.
Si lo hizo, nunca escribió sobre ello, ni lo mostró en ninguna peli. Si alguna vez habló sobre este asunto,
sólo la otra frase le pareció a alguien lo suficientemente graciosa como para
recordarla. Porqué lo que es al resto, ni dios la conoce.
Quizá yo sea; después de tanto tiempo; uno
de esos tipos que resultan más interesantes cuando necesitan apoyarse en algo
para mantenerse en posición vertical. Quizá
algunos sectarios de Singles Bilbao tengan razón en lo de ir a beber alcohol todos los fines de semana a celebrar la soltería haciendo oposiciones a técnicos en Cirrosis. Sin embargo, yo odio beber. No hay bebida que
me resulte más placentera que un puto mosto, o en su defecto un puto zumo de
melocotón y uva. Y si me pongo aventurero un refresco carbonatado como la Cola.
En fin, volviendo al asunto en cuestión, las
mujeres tienen maneras muy sutiles de decir las cosas. Algunas incluso se
vanaglorian de ello. Son capaces de enviar señales extraordinariamente
sibilinas que se manifiestan en una dimensión que escapa a todo aquel que no
sea mujer, gay y/o transexual.
Al final son criaturas
que viven en mundos en los que la sandía no es una fruta sino un color. Estas
señales hacen que frases como “Pareces cansado, ¿te apetece un café?”
signifiquen “Para el coche que quiero un café”. La construcción gramatical “Tu
sabrás lo que te conviene” tiene sentidos muy diferentes dependiendo de
si la pronuncia tu padre o tu novia. Es por cosas así y la falta de sinceridad general del ser humano que la vida es más
complicada de lo que debería ser. Siempre lo he dicho.
Quizá sea cierto que resulto más
interesante cuando no puedo decir Pamplona sin arriesgarme a perder la
lengua en el intento o empapar de felipes a la persona que tengo delante. Ni pronunciar la palabra estrella de Mary Poppins sin
sufrir un derrame cerebral. Pero
siempre me he vanagloriado (repito la palabra, que me ha gustado)
de ser claro y sincero en mis pensamientos sobretodo si afectan a los demás. ¿Por qué las mujeres no pueden
hacer lo mismo? ¡¡¡¡No es tan difícil, joder!!!! ¡Y somos adultos para asumirlo sin reproches, ni represalias, ni cambios significativos en la amistad! ¡Porque hablamos de forjar una amistad, no de hacernos pareja, rollo o follar como obsesos! ¡No!
Sin embargo, cuando una mujer no quiere salir con
un tipo o no quiere ni siquiera una amistad, emite señales que sólo otras mujeres y algunos animales son capaces de
percibir. Desgraciadamente, entre estos privilegiados animales no se
encuentran, ni el hombre, ni otros primates de mayor capacidad cognitiva.
Estás esperando una señal clara: un UNO o un CERO, un VERDE o un ROJO, una
SANDÍA o un TOMATE. Pero lo que acabas recibiendo son las Cuatro Estaciones de
Vivaldi interpretadas por yonkis con instrumentos de cocina en pleno síndrome de abstinencia. Y por supuesto, las Cuatro Estaciones
suenan a la vez y además llueve en verano con truenos de tormenta reventando el cielo. El desconcierto se prolonga durante
más tiempo del que nos resulta cómodo. Si tenemos MUUUUCHA suerte, ella será
directa y dirá que "tiene novio". ¡Asunto zanjado!
Para algunos de nosotros, cualquier otra
explicación que no sea clara, concisa y sincera, cae en una dimensión
desconocida, una dimensión llena de señales perdidas y calcetines que
desaparecen en la lavadora para no volver jamás. Las últimas teorías
científicas dicen que existen once dimensiones, así que aún queda cuerda en la teoría de cuerdas hasta
que se sature el espectro radiofónico o un calcetín termine por taponar un
agujero negro y nos vayamos todos a la mierda.
No lo he pensado, pero quizá resulto más interesante rodeado de sectarios con un
calcetín en la boca y un agujero negro absorbiéndome el culo…
Por si todo esto supiese a poco, añadimos el choque
EDUCACIONAL. Cuando alguien; generalmente femenino; no quiere dolerte, no te
serán sinceras del modo: “No voy a tu mudanza porque no me ayudaste
en la mía”, o “no voy el viernes porque no me sale del potorro”, o “Las fotos de tu boda me interesan como un diente de ajo metido por el
culo”.
No, este tipo de personas siempre tendrán una
excusa menos dolorosa del tipo: “No tengo tiempo”.
“No voy a
tu mudanza, no tengo tiempo”
“No voy
el viernes porque no tengo tiempo”
“Las
fotos de tu boda… no tengo tiempo”
Lo peor de todo no es la falta de imaginación y la
escasa variabilidad de sus excusas, lo peor de todo es que a menudo es cierto... No tienen tiempo. Y como la gente miente más que habla, jamás sabrás si
realmente les interesabas o no, porque nunca te serán claras diciéndote las
palabras directamente. Pos yo siempre prefiero la VERDAD DOLOROSA que mentiras
piadosas.
Recapitulando desde los Cerros...
Quizá resulto más interesante sujetando una
pared que desinfecto con mi aliento etílico mientras hablo, o quizá es cierto que no tiene tiempo. O es probable que me haya perdido
una de esas señales que se envían al espacio con la esperanza de que las
encuentre vida inteligente y actúe en consecuencia. Igual confundí la sandía
con el color, o quizá no haya sandía, "ni cuchara Neo", y esta no sea más que otra de
esas infinitas ocasiones en las que no vale la pena ni un momento sentarse a
dar vueltas a las cosas, pero aquí llevo un buen rato picando teclas desahogándome. Debe tratarse de la sal de la sopa cósmica en la que estamos todos inmersos con nuestros átomos desde épocas del Big Bang.
Y luego está que a veces he sentido con absoluto dolor sideral el no
haber cruzado labios en un sencillo, inocente y tímido pico con la chavala que
durante un tiempo me tuvo en ciernes, en pos de lealtad a la amistad que tenía
con su novio en mi vieja excuadrilla. Ciertamente es a la única que echo de menos de todo el grupo.
Aunque esta ya es otra historia de otro costal que no habré de contar hasta que
lleguen mis memorias…
ARRRRRRRRRRRRRRRRR!!!
Ahora bien, lo que no dice la Wikipedia es que, "en igualdad de condiciones, la mayor parte de las veces te puedes
meter la navaja de Occam por el culo y a otra cosa mariposa".
Russell.
PD: "Con lo fácil que me parece sincerarme
en determinadas ocasiones, me flipa que aún tenga que lidiar con putos días así,
porque la gente no sabe decir directamente las cosas y desaparecen de tu vida sin más. ¡Estoy hasta los cojones!"
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Y hasta aquí esta encabronada reflexión de hace casi 14 años. Madre mía como pasa el tiempo, y lo olvidado que había tenido todo el contexto...
Releyéndolo para publicarlo aquí, me he dado cuenta que hablaba de lo que hoy día llaman "Ghosting". Aunque sí que es cierto que este evento suele suceder de forma escalonada hasta que la persona que te lo está haciendo desaparece de tu vida. Y el evento del contexto de este escrito/reflexión sucedió de la noche a la mañana. Ni siquiera supe nunca que le sucedió. Igual esta persona se fue a vivir al extranjero, o murió y yo nunca tuve forma de saberlo.
¡¡Aishhhhh!! Obviando la historia, me sigue dando muchísimo placer comprobar que a pesar del tiempo y lo mucho que he avanzado y mejorado en muchos aspectos, sigo siendo fiel a muchos de mis pensamientos y principios en mi esencia más pura.
Obvio la historia, porque la olvidé en primer lugar, y porque, gracias a Arixa en 10 años de relación he comprobado que la verdadera felicidad existe en cada mirada, cada acción compartida, en cada pensamiento debatido o cada idea defendida. Inclusive en los debates y las discusiones mantenidas.
Este pensamiento es algo que reafirmo día a día. Malo es cuando en una relación; ya sea de pareja o de amistad; tú eres de carácter parlanchín y la otra persona es tan cerrada o tan introvertida que se antoja tremendamente difícil e incómodo mantener una conversación. Y no hablemos de que seas pareja de alguien así y no haya discusiones. O viceversa que sea una persona tremendamente agresiva y haya riñas no deseadas cada dos por tres...
La clave final siempre está en el equilibrio. Ni tanto, ni tan calvo. Tan malo es el "exceso de" como la "ausencia de" para todo lo que tenga que ver con lo compartido entre dos personas.
Creo que yo solo he sufrido "Ghosting" 2 veces más en mi vida. Y aunque no fueron experiencias agradables, doy gracias a que no fueron tan sentidas como la del escrito anterior. De hecho, soy de los que cuando corta relación con la otra persona se lo hago saber. No me ando con rodeos ni hago esa acción de "Ghosting" tan cobarde. Ya sea porque me he dejado llevar por la mala ostia (las menos afortunadamente) o haber sido tremendamente reflexivo como para ser educado, pero se lo hago saber a la persona y me despido de esa persona antes de borrarla y bloquear su contacto de toda red y vía posibles.
¿Muy radical? Seguro... Pero es lo mejor. No me valen las medias tintas. O se está, o no se está. Y si no se está, no se está con todas las de la ley. Para que ambas partes no perdamos el tiempo en interacciones vanas o lo que es peor, esperanzas desoladoras que nunca se cumplen.
En fin, no voy a enrollarme más, pero una vez más me siento muy orgulloso de mis escritos, incluso más de una década y media después... Esto es algo que pienso atesorar, aunque a nadie más le interese en absoluto.