Para mi hay 2 lenguajes universales. El primero queda reducido a la comunicación mediante los elementos básicos de una tabla periódica. Y el segundo es quizás el más extendido por su simpleza y alto poder evocador, la música.
La música es universalmente el lenguaje más poderoso a la hora de representar sensaciones, sentimientos, recuerdos, estados de ánimo, lugares e incluso formas de ser de las personas. Esa combinación de melodía y armonía hace que quien más o quien menos despierten en nosotros todo lo listado. Sin embargo, ¿cuando una canción se nos convierte atemporal?
Es curioso reparar en que todas esas canciones que te han gustado a lo largo de tu vida, hay veces que quedan reducidas a un tercer plano cuando llegan otras nuevas a sustituirlas. Sin embargo, esas canciones que quedan ahí, esas canciones que te ponen la piel de pollo a pesar de que haga décadas que las escuchas, son las que podemos considerar atemporales. Nunca jamás encontrarás canciones que actúen de sustitutas.
Yo siempre he tenido una predilección clara en mis gustos musicales. Adoro las B.S.O, y tengo 2 grupos musicales como favoritos. Sin embargo, tengo que reconocer que a nivel nostálgico y atemporal, las canciones que más me marcaron fueron las ochenteras que me rodeaban de crío. Y teniendo en cuenta que soy una persona con una marcada sensibilidad, la nostalgia es algo que siempre tengo a flor de piel. A pesar de que procuro que las sonrisas sean el pan mío de cada día.
Es por ello que 2 de mis canciones atemporales favoritas son de los 80. La primera, la conocí como COVER de una serie de dibujos que veía de txiki (The Racoons - Los mapaches). Una canción de 1988 (el mejor año de mi vida, cuando allá por Abril naciera la segunda mujer que más quiero). El tema era interpretado por Lisa Lougheed y se llamaba "Run with us". Y aunque en la INTRO y el ENDING de los dibujos esta canción no salía como tal, sí que fue mostrada en algún corte de publicidad que hacían antaño en las cadenas de TV poniendo videoclips musicales. Huelga decir que me encantó. ¡Fijáos en ese pelazo! ¡¡Ochentero a más no poder!! (Como comentario Russell adicional -Gracias Crowie por acuñar este término-, Lisa Lougheed daba voz a Lisa Mapache; uno de los mapaches protagonistas en la versión original de los dibus.)
La segunda canción, y quizás la más importante entre mis canciones nostálgicas atemporales favoritas de los 80 es por supuestísimo la interpretada por la mujer de la voz rasgada: Bonnie Tyler (Sergia Dalmo pa'los amigos). Cantando así mi tema favorito titulado "Holding out for a hero". La que la gente comunmente llama "I need a hero".
Esta canción me ha tenido enamorado siempre. No solo por su ritmo pegadizo y potente. No solo por esa inconfundible e incombustible voz. Si no porque cuando ponían las barracas en la plaza Josu Murueta (cuando la misma era un descampado de suelo de gravilla), en el desaparecido "Tren de la Bruja" (en adelante sustituido por el "Dragón") solían ponerla a todas horas. Nunca supe su nombre. Solo conocía la canción por como sonaba (y resonaba de puta madre). Tampoco entendía lo que decía la cantante. Pero eso siempre me ha dado igual, ya que toda mi vida he basado mis gustos musicales en lo que me evoca la melodía. Con lo cúal es posible que me gustasen y me lleguen a gustar canciones en idiomas que desconozco y que hagan apología del nazismo, racismo y exterminio de personas porque sí. Si la melodía es buena, me importa bastante poco la letra. Con "Holding Out For A Hero" me sucedía algo similar. Cuando escuchaba esta canción se me ponía la piel de pollo y sufría un subidón de adrenalina. Tal como me sucede ahora con determinadas canciones en las B.S.O. Y cuando llegó mi película infantil favorita llamada CORTOCIRCUITO 2 y esta canción formó parte de la escena de persecución final descubrí lo que la palabra CLÍMAX representaba en el diccionario. (Click aquí para leer la entrada publicada).
Siempre he sido así. Siempre me ha cautivado el sonido. A pesar de que pueda reconocer que hay letras increiblemente profundas dignas de admirar, soy de los que piensan que si quiero letras, me leo un libro. A mi dadme melodías. Si estas me provocan sensaciones, ya han hecho el trabajo para el que fueron creadas.
En el único caso en el que hago la excepción de admirar la letra es en el Hip Hop. Que a pesar de ser un ámbito que me gusta más bien poco, la gracia de este, está en sus letras. Y es por ello que tendría que hablar de las canciones de mi hermano. Pero no lo voy a hacer en esta entrada porque aqui hay un segurata que no le va a dejar entrar por no ser canciones de los 80. KAR KAR KAR!!! Más o menos como sucedió en el primer concierto que diste en el Gaztetxe... ¡Puto gorila el que no te dejó pasar!