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miércoles, 18 de mayo de 2016

Dos amantes, dos vertientes. Un corazón, una pasión...

Desde que tengo uso de razón...
Desde que tengo memoria...
Desde que cayó mi primer libro en mis manos, he devorado páginas y páginas de escritos de todo tipo de personas.

***Recordando este Relato de hace un par de años***



Y cada día más o menos, siempre hay algún renglón más que contar en mi vida. Cosa que me lleva a reconocer con el corazón en la mano que humildemente acabo haciendo una reverencia a la señorita LECTURA, para comunicarla que esta noche voy a pasarla con su hermana la señorita ESCRITURA...

Dos amantes de la misma familia...
Dos amantes de la misma sangre...
Dos amantes de la misma naturaleza, pero dos de diferente carácter.

La primera es rápida y voluble. Desea que la disfrutes un capítulo tras otro con pasión... Sin descanso a poder ser... Imaginando cada curva de su piel en nuestra mente...
La segunda desea ser disfrutada con calma. Con calma pero sin pausa. Masajeando cada curva, cada rincón de la misma con nuestras propias manos...

Dos amantes de distinta índole pero en una misma familia e inseparables la una de la otra a pesar de sus diferentes dones.

Y cuando caes en la cuenta de que amas, te encuentras echándolas de menos mientras observas un cielo azul, respiras aire fresco y puedes estar o no acompañado por el sonido de la naturaleza...

Y una vez cae la noche, siempre tienes la posibilidad de mirar el camino y pedirle a una de las dos señoritas que te acompañe...



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lunes, 29 de diciembre de 2014

La venganza del montaraz - By Russell

"Nan iChîr Gelair Mordor"
La frase del mismo espíritu que me arrancaba de las tinieblas resucitando mi cuerpo sonaba con fuerza en mi mente. Y su significado; antes oscuro como el último despunte del ocaso, brillaba ahora claro como las primeras luces del alba.


"Nan iChîr Gelair Mordor... Soy el Señor de la Luz de Mordor"
"Sigo sin entenderlo espectro. ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué no puedo descansar junto a mi familia? ¿Quién eres?"

"Si alguna vez tuve nombre lo he olvidado. Pero estás aquí, porque tenemos un último deber que cumplir en la tierra negra. Debilitar las fuerzas de Sauron desde el interior y obtener respuestas a todas las preguntas que nos atañen. Y para ello, necesito de tu habilidad ofensiva, mientras que tú necesitarás de mi poder entre las sombras."

Tras descender de la brillante torre de forja; atisbo del recuerdo de una época pasada; cerré los ojos y el poder espectral me entregó una especie de visión aérea de la tierra negra y nuestros objetivos. Ese poder me tenía desconcertado. Daba la sensación de que a pesar de ser consciente de todo cuanto me rodea, no era yo el responsable de mis decisiones e inherentes actos posteriores.


"No temas montaraz. Tu dicha no ha de llegar todavía pues es labor de ambos concentrarnos en nuestra misión. Esa sucia raza a control de la mano negra han de ser estudiados para infiltrarnos en sus filas y aprovechar las sombras para cumplir nuestro objetivo. Tu mente, tu cuerpo y lo más importante, tu corazón siguen siendo tuyos. Nada ni nadie te controla ahora."

Sus palabras rebosaban sabiduría, a pesar de haber perdido la consciencia sobre su propio ser... Amarga sabiduría si me preguntaran.

"Lejos, al oeste; mas allá de las zonas yermas de Mordor; como bien sabrás, estalló una reyerta en la que a traición uno de tus compañeros cayó en combate hace algún tiempo."
"¿Una reyerta? ¿Al Oeste? ¿Hablas de la misión cerca de los Túmulos de Udún?"
"Sí. Gran valor demostrásteis en aquel combate. Pues os superaban en número y sin embargo las bajas en el enemigo fueron cuantiosas."
"¿Cómo sabes eso espectro? ¿Ya nos vagabas entonces?"
"Como ya te he dicho, llevo perdido en estas tierras negras desde el inicio de los tiempos. Y si bien no conozco ya mi identidad, sé que nuestra lucha será necesaria en esta guerra. No albergo esperanzas ya, eso es para los mortales que horadáis la Tierra Media. Sin embargo sí que albergo asociación. Y tú, aún sin saberlo también la esperas."

En esos momentos en los que mi mente se mezclaba con las sensaciones que el espectro tenía a su bien compartir conmigo, mis pensamientos se iban aclarando.

"Supongo que no has mencionado esa reyerta a falta de razón alguna, ¿verdad espectro?"
"Para conseguir nuestro objetivo, tenemos que concentrarnos en la jerarquía de los capitanes de Mordor. Ya sean orcos o poderosos Uruks, todos responden siempre a un capitán. Y estos a su vez a más alta jerarquía hasta llegar a los generales que tratan directamente con el ojo."

Se hizo un silencio, llegamos al lugar y ante nosotros apareció un rastro espectral que gracias a los poderes cedidos, ahora podía sentir y ver en toda su plenitud.


"Este lugar me resulta familiar..."
"Es el lugar donde tu compañero fue herido a traición por un orco llamado Târz, más tarde conocido por sus secuaces como Târz el Asfixiador. Acción que le valió para ascender en la jerarquía conviertiéndose en un capitán."
"Le recuerdo, durante la lucha mi compañero intentó darle caza, pero el muy villano aprovechó la atención salvaje de los caragors cercanos para sembrar el caos y la muerte entre sus compañeros, con la única finalidad de darme muerte a mi también. En vista de esto..."
"...en vista de esto, tu compañero sacrificó su vida matando a los caragors y los orcos cercanos en pos de que pudieras escapar con vida para informar a los vuestros."
"A veces olvido que puedes ver todo aquello que nubla mi corazón."
"Tu corazón no está nublado montaraz. Es tu mente la que alberga demasiados pensamientos. Tu corazón te dicta lo que en verdad necesitamos. Y ahora mismo si despejas tu mente podrás escuchar lo que te dice..."
"..."
"Cierra los ojos, olvida ese día y siente como el calor invade tu cuerpo. ¿Que te grita tu corazón ahora, mortal?"
"Vengar a mi amigo. Jamás podré iniciar mi descanso si no voy sellando mis adeudos con mi gente, con mi familia, con mi vida... ¡Tengo que encontrar a Târz y hacerle pagar por lo que hizo."
"Controla tu ira. Solo será útil cuando tengamos cerca a cualquiera de esos gusanos y necesitemos interrogarles. Hasta entonces, que la habilidad del montaraz para infiltrarse ha de ser la que estribe la situación."
"Sea así pues..."


"Aprovecha a seguir el camino. Tu valía para detectar rastros y mi poder para ver lo que nos rodea te servirá de custodio en esta misión. En la que nuestro objetivo final, cueste lo que cueste es comenzar la siembra del caos entre la jerarquía de la mano negra. Empezando por el eslabón más reciente... Târz el Asfixiador."

Seguimos el rastro de muerte y herrumbre por un estrecho desfiladero hasta llegar a las ruinas cercanas a los Túmulos de Udún. Donde el poder espectral me permitió sentir la presencia del nauseabundo orco.


"Aquí comienza el verdadero rastro. Él o ello, está aquí. Ahora es menester terminar el trabajo que vamos a comenzar."

Aprovechando unos matorrales cercanos, el sigilo y el poder espectral me ayudaron a moverme entre sombras acabando con 3 de los 4 orcos que patrullaban la zona. Durante la entrada a las ruinas, observé que disponía de varias colmenas Morgai y algunas jaulas con Caragors en su interior. Todo ello me iba a ser de utilidad en caso de que el sigilo no fuera una opción llegado el momento.

"Y también dispones del poder de mis flechas para la consecución."
"Hablando de flechas... Veo arqueros en las cornisas. Habrá que acabar con ellos primero. Un fortin cegado, es un fortín caótico. Y el caos bien derivado, es una gran herramienta entre estos seres que se aborrecen unos a otros."


Tras avanzar y acabar rápidamente con los centinelas más cercanos a la entrada, comencé el ascenso por la fachada meridional de las ruinas. El poder espectral era fabuloso. Podía ver y sentir cada ser cercano y moverme como nunca antes un montaraz podía haberse movido en vida.

"Tú no has muerto todavía. Al menos aún no físicamente."
"Mi familia murió. Mis amigos murieron. Todos cuantos he conocido cayeron cuando Sauron reclamó Mordor. Perdóname, pero ya sea físicamente o no, soy un muerto en vida."

El arquero se encontraba apenas a unos pasos de mi. Y no había nadie más que pudiera advertir su muerte si esta le llegaba. Por lo que aproveché para llamar su atención y atraerlo a mi cornisa.


Tan pronto se acercó a mí, el frío acero de mi improvisada daga le atravesó el pecho, y con el vaivén de su propio cuerpo pude lanzarlo al vacío haciendo que su cuerpo yaciera en silencio con todos los huesos rotos. Un silencioso testigo de un gran poder que algún día habría de caer en la oscuridad para siempre.

"Estamos cerca. Puedo oler a través de ti la presencia más que mundana de ese sucio ser en las inmediaciones. Cierra los ojos y déjame mostrártelo..."


"Tuviste que ser un valioso guerrero en vida, espectro. Estos poderes, siento que no te los han cedido por haber aceptado tu sino actual."
"Largo tiempo ha de la maldición, y sin embargo nada recuerdo ya de mi pasado, ni de mi actual sino. Solo el poder del vacío, las sombras, y la forja de las grandes torres azules."
"¡Silencio, silencio! Ahí abajo tenemos a los guardianes de la puerta septentrional de las ruinas. Es menester aprovechar su inmovilidad antes de poder avanzar entre las filas de Târz."


Tras eliminar a los guardias custodios, avanzamos por la senda que se nos abría entre las ruinas y llegamos a un claro. Un claro donde un par de campamentos orcos descansaban, y unos pocos Caragors forzaban a tientas las puertas metálicas de sus jaulas.

"Podemos ceder la libertad a los Caragors. Sabemos que Târz no soporta su visión, y ellos nos limpiarían mucho la zona."
"Lo lamento. Pero niego toda razón a ese pensamiento. Quiero acabar con Târz con mis propias manos, y para ello primero vamos a acercarnos lo suficiente a él"


"Ese tipo de deseos tan pedestres, ese tipo de pensamientos son los que provocan las mayores catástrofes. Y si mi corazón no ansiara el mismo deseo, no formaría parte de esta comunidad para conseguir el objetivo."
"No tuve elección en mi sino actual, ¿no es cierto, espectro? Ahora lo que me importa es ensuciar mis manos con la mismísima sangre del orco que acabó con mi camarada. Y es de regir que esta daga atravesará su sucia cabeza de un modo u otro."
"Primero hemos de debilitar su voluntad. Actualmente es un capitán y se encuentra rodeado de su pequeña guarnición. Acabemos con ella, y podremos llamar la atención del nauseabundo."

Avanzando a otras alturas, aproveché cada flecha para derribar a los orcos y uruks cercanos de un único flechazo en la cabeza. Mi padre me recordó, que en la vida de un montaraz, así como la de un elfo, una flecha debía ser sinónimo de una muerte. Más, sería malgastar munición. Y una flecha para acabar con 4 orcos sería una flecha muy bien aprovechada. Luego solo tendríamos que aprovechar las sombras para atacar a Târz y hacerle pagar por su pasado, presente, y su NO futuro.

"¿En que piensas montaraz? Como ya te dije, mis poderes espectrales funcionan bien con el fuego. Y una flecha lanzada contra ese campamento, sería un poder desatado que nadie ha visto en toda la Tierra Media, ni más allá..."

Tras la grandísima explosión, Târz había quedado solo, y detectó nuestra presencia en lo alto. Se acercó amenazante a cobrarse otro ascenso. Y fue cuando nuestras flechas empezaron a clavarse en su cuerpo sin dilación. Que a pesar de no matarlo, lo debilitaron hasta tal punto que decidió escapar...


"¡Ah nooo! ¡Eso sí que no! ¡Esta vez no vas a escaparte!"
"¡Aún quedan patrullas montaraz! Muchas patrullas nos están viendo, y se unen a la persecución. De la nuestra..."
"He dicho que esta vez no va a escapar. Y aunque sea lo último que haga en esta segunda vida que me has otorgado, mi daga va a cobrarse el último aliento de ese rufián. ¡Cueste lo que cueste!"


Si bien es cierto que puse en peligro toda la misión por mis sentimientos personales, también es cierto que en aquel momento corrí con tanta presteza que ni siquiera el grupo de orcos que nos perseguían podían darnos alcance.

Atravesamos pequeños desfiladeros, grutas, e incluso corrimos delante de la entrada de una cueva de Caragors. Sin embargo mis pies, fortificados por el poder espectral cada vez se sentían más fornidos y avanzaban con más presteza. El inmundo orco pedía auxilio, llamando la atención de todos los congéneres con los que nos cruzábamos, sin embargo, en el momento en el que pude adelantarle; como un haz de luz que atraviesa una ventana; mi daga atravesó su cráneo salpicando a exagerados borbotones de sangre negra todo su interior mientras el tiempo se detuvo en mi corazón.


Tiempo en el que sentía como la daga atravesaba esa inmunda cabeza...
Tiempo en el que esos ojos amarillos me miraban lastimeros y aterrorizados...
Tiempo en el que la ténue luz de la tierra negra resplandecía en las inertes gotas de sangre que permanecían en el aire...
Tiempo en el que recordé las grandes batallas compartidas con mi compañero de combate, y como dió su vida para que yo tuviera una oportunidad con la mía de ayudar a los nuestros...


"Estoy más cerca... Estoy cada vez más cerca de mi dicha al poder reunirme con mi familia"
"Sí. Sin embargo, esto no ha hecho más que comenzar. Acabamos de romper el primero de los eslabones de una cadena mucho más larga en poder de la Mano Negra. Y si queremos ayudar a la Tierra Media contra el poder de Sauron, tal como ya se hiciera antaño con el poder de su jefe Morgoth, es necesario no desfallecer ahora."
"Me he sentido vivo por un instante..."
"Esa es la pequeña dosis que nos aporta la venganza. No te la recomiendo, si vamos a emprender este viaje juntos, es necesario que lo que ha sucedido hoy no vuelva a suceder otra vez..."
"Hay algo que no me cuentas espectro. Tú puedes saber en que pienso, puedes sentir mi interior, y sin embargo yo no puedo saber que te acaece..."
"Soy un espectro. En esa palabra radica mi existencia. Si quieres venganza, si quieres ayudarme con nuestro objetivo, deberás valerte de mis dones y apartar toda sensación a un lado."
"Eso no va a ser tan sencillo espectro. Quieres... Necesitas mi cuerpo, y mis dotes como guerrero, y sin embargo me pides que elimine todo atisbo de humanidad que fluye en mi interior."

Tras este último pensamiento, se hizo el silencio entre nosotros, y pasados unos minutos en los que nos movimos al norte en busca de la Torre Azul más cercana el espectro habló:
"Tú y yo vamos a entendernos muy bien. Sabias palabras anegan tu mente. Así que yo te ayudaré a calmar en lo posible los ingentes sentimientos que puedan nublar tu corazón."
"Significa eso, que esto no ha terminado entonces..."
"Como ya te he dicho, hemos roto el primero de los eslabones. Pero la jerarquía de los capitanes es muy débil, y tan pronto uno muere aparece otro para ocupar su puesto. Así que tendremos que ser ráudos en nuestros quehaceres."
"Sea así pues..."



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jueves, 8 de mayo de 2014

REMEMBERING - Las 3 niñas de mis ojos... + Listado cronológico

Y no...
Con este título de entrada no quiero referirme a mi madre, ni a mi hermana, ni a mi mujer (si algún día la conociera), no. Ahora mismo las niñas de mis ojos son 3 trabajos personales con el único sello y aroma Variedalia publicados en esta web a lo largo de estos 2 últimos años.Trabajos en los que he reflejado que ha habido muchas novedades, mucho aprendizaje y desarrollo personales; y sobretodo, cambios de importancia en mi vida que incluso en los momentos más oscuros, ahora afronto de un modo distinto.



Una de mis muchas pasiones siempre ha sido el desarrollo multimedia. Y puesto que en lo referente al mismo, en mi propio blog los límites los pongo yo, puedo sentirme satisfecho de NO ponerme límites. Gracias a esto tengo a seguro creerme que seguiré aprendiendo cosas hasta el día que me muera o hasta que mi cerebro diga basta.



Y es aquí donde entra mi iniciativa de desarrollo para crear juegos y/o contenido para juegos. Algo en lo que en un futuro indeterminado podré invertirle más horas e ir zanjando varios frentes abiertos. Como bien puede ser esta campaña. Publicada como BETA 1.0 (aunque sería más bien una versión ALPHA) hace ya 2 años.



Sí. A pesar de que sigo publicando vídeos Variedalia de todo tipo, los 3 que mejor definen el tipo de persona que soy, son estos. Es más, desde que Variedalia existe en la red (2002 en html y 2006 en XML y XHTML), o mejo aún; desde que Variedalia se germinó en mi cabeza allá por el 2001, todos los años he tenido una publicación o trabajo personal de importancia que compartir con mis visitantes. Si tuviera que hacer un listado/cronograma... Sin lugar a dudas sería este:
  • 2000-2001 - Creación de Variedalia.
  • 2002 - Publicación en web desde el hosting gratuito de la desaparecida Galeon.com.
  • 2003 - Desarrollo de Variedalia Versión 2.0 añadiendo funcionalidad Javascript y Cookies. Y publicación en el Hosting gratuito de Lycos.
  • 2004 - Me concentro en mi pasión de editar vídeos que arrastro desde pequeño y desarrollo pequeños trabajos multimedia personales y familiares.
  • 2005 - Desarrollo DVD FIESTAS ATRABUDUA 2005
  • 2006 - Creación de este blog. Creación del canal Youtube.
  • 2007 - Comienzo a publicar pequeños vídeos personales de todo tipo y color.
  • 2008 - Retomo el blog y comienzo a desarrollarlo con pequeños cambios de diseño y mejoras en la funcionalidad del mismo con el desarrollo de pequeños códigos de programación propios. Año en el que desarrollo mis primeros DEMOREELS (2002 - 2008) de mis trabajos multimedia desarrollados hasta la fecha. Desarrollo del DVD "TÚ SÍ QUE SALES EN VARIEDALIA".
  • 2009 - Comienzo a flirtear con el modelado 3D desde 3DS MAX y la programación de contenido para juegos con el SDK del motor gráfico SOURCE de VALVE.
  • 2010 - Con lo básico aprendido en el SDK publico mi primer MAPA (Barcenillas Nightmare) para el juego LEFT 4 DEAD. Además de un TEASER-TRAILER de presentación del mismo.
  • 2011 - Con lo aprendido, comienzo el desarrollo de la campaña LEFT 4 SGC. Desarrollo un SHOWREEL 2011 con lo aprendido en los 2 años anteriores y muestro algunas capturas del trabajo realizado en la campaña.
  • 2012 - Publicación de la primera BETA-ALPHA de LEFT 4 SGC en el portal de Developers L4DMAPS. Desarrollo del TEASER-TRAILER de la campaña. (Una de las 3 niñas de mis ojos.)
  • 2013 - Desarrollo del LOGO VARIEDALIA. Lo que vendría siendo la imagen corporativa de una empresa, pero en este caso para mi blog personal. Desarrollo el logo, la cabecera para vídeos, el anagrama y se desarrollan varios cambios estéticos en el blog para albergar esta nueva imagen. Así como la creación de nuevas SECCIONES en el blog y el canal de Youtube para clasificar nuevos tipos de vídeos. Comienzo a FLIRTEAR la creación de música y finalmente desarrollo varias canciones para mis trabajos. Mi primera canción fue utilizada en el vídeo OUTDOOR ROUTEPLAYS 2. Por último se c trabaja duramente en la creación también de la segunda niña de mis ojos aprovechando otra de mis pasiones. DRAGOI BOLEN DEIA.
  • 2014 - Aprovechando lo aprendido en el desarrollo de canciones propias para mis videos, cambio la música de cabecera de la sección OUTDOOR ROUTEPLAYS con la tercera niña de mis ojos llamada RELATO MULTIMEDIA.



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jueves, 24 de abril de 2014

Outdoor Routeplays - Relato Multimedia



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miércoles, 1 de junio de 2011

La mujer de ojos oscuros (Relato escrito el 28-05-11)

(Porque, no solo los ojos verdes, azules y/o miel son bonitos hoy día. Los ojos oscuros que se iluminan cuando sonríes son también un tesoro que muchos debieran atesorar profundamente.



Dedicado, a todo aquel/aquella que en su día leyera OSCURIDAD DE UN ASESINO y se preguntara remotamente como dió comienzo esa historia. Aunque aquella historia dista MUCHÍSIMO de tener una misma narrativa, la presentación de los personajes sí que continúa inalterable. Agradezco las pocas demandas por haberle dado una continuidad. Aunque sea a modo de pre-acontecimientos.)


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La noche en la playa arreciaba con toda su dureza empapando con rocío los vehículos aparcados. Cerca de uno de ellos y ante el reflejo de su propia luna una preciosa joven se encontraba detenida. Observaba su reflexión en el cristal mientras infinidad de pensamientos en su interior formulaban preguntas, cuestiones, temores... Todas ellas de distinto ámbito e importancia. Y todas ellas cuestionadas por un mismo evento en su vida.



Al respirar, el aire exhalado se convertía en vaho. Un blanquecino y húmedo vaho que desaparecía tan pronto adquiría la temperatura ambiente. Y sin embargo, lo que más brillaba en aquel rostro entristecido por cientos de cuestiones era una lágrima que hacía brillar sus ojos oscuros. Una lágrima que tan pronto superó la capacidad estimada, cayó dejando una brillante línea por su mejilla. Así permaneció los 3 minutos anteriores a ponerse las manos sobre su rostro, dar la vuelta y comenzar a caminar.



El sonido de las olas, arrullaba sus oídos. Y de vez cuando hacía amagos de quitarse el calzado para introducir sus pies en la arena. Una blanca y fina arena que, gracias a los esfuerzos de los que se encargaban de ello, permanecía limpia.



Tras varios intentos, la muchacha le echó valor y finalmente se descalzó. Se detuvo en el último peldaño de la escalera que baja hasta el nivel de playa durante algo más de un minuto. Parecía que aquello tuviera una trascendencia inusual, y debía aunar un poco más de valor hasta que finalmente pisara la arena. ¿Por qué? Solo su corazón lo sabía.



Tras respirar profundamente, bajó el último peldaño y comenzó a caminar por la arena. Aún estaba emanando gran parte del calor acumulado durante el día, por lo que el contraste con sus pies destemplados era agradable.



La noche arreciaba estrellada, y la luna en su fase menguante hacía un tímido acto de presencia observando a la joven, cada vez más cerca de la orilla.



Tras llegar, al límite entre la arena seca y la humedecida por las caricias de las olas, la joven dejó caer los zapatos y se sentó. No llevaba toalla ni nada similar, pero en aquel momento poco le importaba. Tan solo era consciente de sus pensamientos fluyendo de un lado a otro en su mente. Y debido a la naturaleza de estos, muchos de ellos le ocupaban más del 80% de su atención. De hecho, si fueras su conocido, y aunque la hubieras saludado en ese momento, es muy posible que no te reconociera hasta que no hubiese salido de todas esas capas de pensamientos que la abotargaban. No. Su yo externo no estaba para nadie en ese momento.



Se sentía al borde de un precipicio. Y con cada pregunta, con cada cuestión, el fondo del mismo se hacía mucho más profundo. La muchacha se llevo las manos al rostro otra vez y dejó salir unos lamentos acompañados de lágrimas que mojaron su rostro y las manos adjuntadas a él. Y así permaneció durante un rato largo desahogando mucho de su interior, convertido en cristalinas lágrimas que bien merecían ser coleccionadas en un pañuelo blanco de seda cedido junto a un fuerte abrazo.


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En otro lugar próximo a este, se encontraba un hombre. Sentado en un destartalado banco de madera, mientras escribía en un pequeño ordenador portátil. Su rostro, seco y deformado por la piel de pollo que los escalofríos le provocaban, no era la imagen del optimismo. Y aún así, en su interior aún brillaba esa luz que decía lo contrario. Cada día un poco más tenue quizá por influencias externas, y más protegida por nuevas capas de escudos protegiéndola.



El joven, observaba la playa en pos de lograr una reconciliación con su día a día. Una imagen pintoresca que supliera; cual droga cualquiera; una sensación de abstinencia provocada por su situación actual. Y en el momento que realizó su último escaneo de izquierda a derecha, divisó a una imagen solitaria hecha un ovillo a pesar de encontrarse sentada. No la distinguía muy bien, pero su situación le parecía familiar. Soledad, acompañada de un lugar pintoresco, y muy seguramente pensamientos que la asediaban sin cesar como catapultas a un gran castillo durante una feroz batalla medieval.



Tras cerrar el portátil, el joven hizo caso omiso a su primera y más importante ley de oro : "Jamás, acercarte a alguien desconocido, cuyos problemas te son ajenos." Por lo que, comenzó a caminar por el paseo que rodeaba la playa acercándose poco a poco a la figura que le había provocado curiosidad.


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Hacía frío. La humedad de sus lágrimas no la ayudaban además a cobijarse con el calor de su carente abrigo. Al contrario, las lágrimas empapando sus manos y su rostro, la dejaron completamente destemplada. No obstante, tras separarlas, decidió indagar en las profundidades de su bolso en busca de algún pañuelo. Y durante la exploración dio con uno de los aparatos que tantas alegrías y tristezas le habían provocado a lo largo de toda su vida.



Con la mano temerosa lo atrajo al exterior cual anillo de poder manejado por Frodo. Y tras observarlo detenidamente decidió abrirlo y activarlo.



CODIGO PIN:


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CODIGO CORRECTO



El fondo de pantalla... Su adorado fondo de pantalla la dejó bloqueada. Lo observo sin pestañear durante un par de largos minutos. Minutos en los que el rostro; tímidamente secado por la brisa marina; volvía a humedecerse con una única y solitaria lágrima que realizaba su descenso hasta la barbilla.



Su fondo de pantalla contenía una de las claves de sus preguntas, sus respuestas y sus más preguntas todavía de aquella solitaria noche. No obstante, tras reactivar los músculos de su cuerpo, hizo ademán de abrir la zona de mensajes y cotillearlos como si fuera la primera vez que se los enviaban. Y tan pronto llegó a la bandeja de entrada...



- Hola...



La joven sobresaltada, cerró el móvil y lo ocultó sobre la arena bajo las piernas, mientras intentaba temerosamente buscar el origen de aquella voz.



- Siento haberte sobresaltado...



Tan pronto sus músculos pudieron coordinarse como es debido, su rostro hizo un barrido del lugar hasta encontrar unos pies que pertenecían a un hombre que se encontraba de pié junto a ella, y a una más que precavida distancia de seguridad.



- Eh...-Gorgojeo la muchacha sin llegar a emitir palabra alguna.


- Lo siento mucho. No era mi intención asustarte...


- Eeeh... -La joven no era capaz de articular palabra puesto que aún no había conseguido reponerse del susto.


- Estaba paseando por aquí detrás, y de pronto te he visto. No te asustes por favor... No voy a acercarme más... Es más, con tu permiso, siempre y cuando no te parezca mal, voy a sentarme aquí mismo. ¿Te parece?


- Eeeeh... Ssss...-"Malditos músculos" pensaba su cerebro.


- Tomaré ese siseo como un "de acuerdo, pero que como se me ocurra hacer algún movimiento extraño o acercarme siquiera, me sacarás el spray de pimienta para metérmelo por el bazunka después de haberme secado los ojos rociándomelos con él..."



La joven soltó una inesperada sonrisa y un tímido "JA" que fue lo único que pudo articular animalmente sin el control de su cerebro lógico.



Se hizo un pequeño silencio de 5 segundos hasta que el joven añadió:



- "...y no hablemos ya del TASSER!!!!"



La joven rió sinceramente. Era curioso... Durante unas décimas de segundo se había olvidado de todo y se había dejado llevar por la sonrisa que le había provocado un extraño que sin más ni más se había sentado a su vera. A distancia sí, pero a su vera de algún modo.



- Tienes... ejem... -Carraspeó con algún gallo la joven- ¿¿Tienes experiencia con eso o que??


- Huy, si tienes voz... ¡¡Jejejeje!! Pos no... Aunque pueda ser propenso a ello por mi recién descubierta faceta de acercarme a gente desconocida; no. No tengo experiencia...



...Se hizo otro silencio pero fue roto:



- ¡¡Y tampoco la quiero!! ¡¡BAISH BAISH BAISH!!



La joven volvió a reír. De algún modo, estas tontas palabras le habían despertado lo que tenía dormido desde que bajara del coche aquí frente a la playa.



- No te preguntaré tu nombre, pero te diré el mío. Me llamo Liziel. Soy cáncer, por lo que si veo el TASSER en algún momento podré irme marcha atrás con el bullate hasta meterme en el agua. Bueno... Dejaré los chistes malos. Al menos te he arrancado un par de sonrisas. Y tengo que decirte que tus ojos brillan más con ellas, que con las brillantes lágrimas...



Este último e inoportuno comentario incomodó un poco a la joven que miró a otro lado. Y Liziel, consciente de ello, dejó a un lado la retórica y se abrió un poco a ella en pos de cederle un poco de confianza.



- La verdad es que no suelo pasear mucho. Mis horarios y mis quehaceres por puro hobby no me lo permiten mucho. Sin embargo, cuando cae la noche, necesitas pensar y batallar tus guerras internas en pos de obtener una nueva perspectiva de tus propias situaciones, acabo bajando a la calle a darme una vuelta. ¡¡Jejeje!!



La muchacha volvió la mirada al joven que la hablaba mientras se abrazaba a sus piernas cual ovillo.



- Sí. Soy lo que llaman un bicho raro. Muy consciente de las cosas que me rodean, y moviéndome mucho por todo lo que me hace ser yo mismo.



La joven le miraba expectante. Aún intentaba asimilar la situación. Un desconocido se sentaba con ella, y ¿le contaba penas y glorias? No se sentía en la condición de aguantar las de nadie más, sin embargo la curiosidad por ver donde llevaban aquellas reflexiones de un tercero le obligaban inconscientemente a no dejar de prestarle atención de algún modo.



- En fin... -Suspiraba el joven.- Hoy me encontraba allí sentado, escribiendo mis pensamientos en el ordenador, cuando he reparado que solo había una persona en la playa. Lo sé, lo sé, aquí es cuando ha salido mi faceta inconsciente de acercarme a desconocidos. Pero créeme. Ha sido algo que he sopesado muy mucho. Yo cuando estoy CHOFFF por algo, y me doy estos paseos para despejarme, o para martirizarme más por ello; incluso cuando no hay necesidad; siempre he tenido la sensación o la esperanza de que, ME ENCANTARÍA que alguien conocido o desconocido viniera a hablar conmigo. Contarle mis penas, o no contárselas pero que se quedara conmigo un rato. Quizás me equivoque profundamente, pero al verte he sentido que podía dar un poco de aquello que yo he anhelado. Dios... Te estoy soltando una chapa... Creo que voy a callarme y voy a escuchar el sonido de las olas. ¿Te parece?



El silencio se hizo. Un silencio roto y acunado por el romper de las olas en la orilla. Durante unos largos minutos ninguno dijo nada. La muchacha no podía dejar de observar de vez en cuando a este desconocido que estaba sentado con las piernas cruzadas mientras miraba el agua; y comprender el porqué de aquella situación. ¿Qué buscaba? ¿Acaso quería algo? ¿Podía ser un camelo?



- Yo... -Intentó balbucear la joven.


- Espera un poco, que viene el ¡¡subidón, subidón, subidón!!


- ¡Cállate tonto! -Rompió la joven ante la atónita mirada de Liziel.- ¿Quieres que hable o prefieres hablar tu solo lo que resta?



Los ojos como platos de Liziel se hicieron patentes. Si de por sí, esos ojos hubieran emitido luz, esta luz habría iluminado una distancia de 4 kilómetros.



- Por favor, continúa. -Dijo el muchacho en tono jovial.


- Yo... -Inició de nuevo cogiendo energía para las palabras que iba a dejar salir- ...necesitaba pensar. Necesitaba respuestas. Y había pensado que dándome un paseo igual las encontraba...


- Y aunque no sea asunto mío, ¿las has encontrado? -Preguntó el joven ante el evidente silencio que se iba a formar de nuevo en la recién iniciada conversación.


- No. Estoy peor si cabe. No sabría como explicarlo. Pero mis respuestas tienen sus pros y sus contras. Es como si peleara conmigo misma ante algo conocido o desconocido según mi decisión. Y con ello el pánico ante una mala decisión.



El joven, claramente identificado por todas y cada una de sus palabras tomó las riendas de la conversación en pos de darle un descanso a la muchacha. Y es que, de haber estado callada durante su monólogo, soltar de forma tan coherente aquellas palabras a un desconocido debieron suponerle un auténtico esfuerzo.



- Ya es tema serio cuando entran en juego los conflictos internos de uno mismo. O cuando forman parte conflictos con terceras personas. Respecto a eso, no te conozco. No tengo ni el derecho, ni el privilegio de decirte nada al respecto. Sin embargo sí que te puedo decir algo que se nos aplica a TODOS -Alzó la voz de pronto- los seres humanos sea cual fuere la situación que se nos presente.



La joven expectante no parpadeaba, mientras que su mano izquierda había recuperado el móvil de la arena guardándolo en el bolsillo más cercano, la derecha seguía rodeando sus piernas.



- En una batalla interna; ya sea con o sin conflictos de intereses propios o ajenos; estás tú sola. Ahí nadie te podrá ayudar. Quizás si puedas preguntar que haría alguien en esa situación o así. Pero finalmente las decisiones y el rumbo de esa guerra interna lo decidirás tú sola. Si bien es cierto que es una putada, también es cierto, que el futuro es incierto. Cualquiera de las dos situaciones; por predecibles o impredecibles que te puedan parecer que son; te llevarán a un futuro desconocido. Y como tal merece ser vivido.



Se hizo de nuevo un silencio, mientras que ambos miraban el ir y devenir del oleaje. Las farolas que rodeaban la playa, brillaban en las aguas, y el puerto junto con los astilleros en el fondo se reflejaban con ondulantes formas que hubieran capturado la atención de cualquier aficionado a la fotografía.



- Yo es que no sé que hacer... -Comenzó la joven a hablar otra vez.- Tengo la sensación de que si tomo una decisión por el lado conocido pueda llegar a perder cosas desconocidas que podrían hacerme muy feliz. Y sin embargo, si tomo la decisión por el lado desconocido quizá pueda salirme mal y darme cuenta de lo que he perdido en el otro lado.



El joven admiraba a esta desconocida. Se veía reflejado en esos pensamientos sin saber siquiera de que estaban hablando. Y atesoraba los últimos minutos que le quedaban a su lado antes de volver a dejarla tranquila.



- Si bien es cierto -Habló Liziel- que hay un dicho muy bueno que reza: "Nunca se es consciente de lo que se tiene hasta que se pierde" . Es un dicho muy bueno y real. Aunque ciertamente viene dado cuando lo que pierdes era algo que no conocías al 100%. No sé si me explico. Aunque no sé... No te ayudarán nada en absoluto, pero hay otros 2 dichos muy buenos como: "Quien no arriesga, no gana." lo que no te asegura que vayas a ganar si arriesgas y te pueda salir mal la jugada. O mi frase favorita que reza: "La vida se acerca a nosotros y nos invitar a vivirla y ser felices. Y sin embargo, ¿que hacemos nosotros? Damos un paso atrás y le sacamos una fotografía."



De pronto una botella vacía cayó cerca de los jóvenes solitarios que se encontraban hablando, y un grupo de chavales borrachos que estaban en lo alto del mirador frente a la playa empezaron a increparles incoherencias y soeces palabras fuera de lugar.



- ¿Nos movemos un poco más al centro de esta playa? -Preguntó el joven mientras con mirada asesina no perdía de vista a los chavales.


- Perfecto. -Dijo ella mientras se sacudía la arena de los pantalones.



Comenzaron un lento paseo. La distancia de seguridad de ambos no había menguado. De hecho Liziel, tenía la clara convicción de que no iba a acercarse más en absoluto. Dejando así la vía de confianza a decidir por la chica que lo acompañaba.



- Hay mucho de verdad en eso. Y no sé que hacer... ¡¡No lo sé!! -Exclamaba la muchacha sacudiendo patadas a la arena.


- Eso es cuestión de puntos de vista. No sabrás que hacer hasta que veas desde otra perspectiva las cosas. Y más aún, cuando la tengas, te darás cuenta de que ni siquiera con la nueva perspectiva sabrás que hacer. Es una batalla interna. Y ahí, las decisiones que cambiarán el rumbo de las cosas, siempre las tomarás sola. Ahora bien, los cambios de perspectiva te ayudan mucho sobre la decisión a tomar ya que al ver las cosas desde ángulos distintos puede que te hagan ver cosas que te ayuden a mejorar la parte conocida, o cosas que te ayuden a ver mejor la parte desconocida y sus contras...


- ¿Por qué todo es tan complicado? -Exclamó con las manos en el rostro mientras se sentaba en la arena de nuevo.


- Ya. A veces me he preguntado el por que no he nacido perro. Donde mis únicas preocupaciones serían querer a mis dueños incondicionalmente. Lamerme las pelotas. ¡Vaya lujo!...



La joven se quitó las manos del rostro con los ojos como platos ante aquel comentario...



- No me mires así, es verdad... Los perros nos llevan siglos de ventaja. Es que joder, incluso comen esa especie de albóndigas que tienen una pinta deliciosa y sabrán a rayos, y solo se han de preocupar de que los saquen a la calle para no cagarse ni mearse en casa. Como ser humano no tenemos más que preocupaciones. Esto es una mierda.


- ¡Y que lo digas! - Interrumpió la joven a la postre que se hacía un silencio de nuevo.



Liziel echaba de vez en cuando un vistazo al mirador, donde estaban los jóvenes etílicos, aunque estos parecían absortos haciendo otra cosa.



- Ahora estoy dividida... Yo... -Comenzó a balbucear la joven.- Tengo mi mente en un lado, y sin embargo me estoy cuestionando cómo sería el otro lado. Si debería coger todo ahora mismo y ver que hay más allá de lo que conozco. Y eso...



La joven comenzó a llorar mientras sus manos volvían a cubrirle el rostro.



- ...me hace sentir la peor persona del mundo. Estoy traicionando el lado conocido por algo que no conozco. Me siento sucia. Rastrera, y sin embargo sigo pensando en el lado desconocido de la batalla.


- Oye... Muchacha... Joder que mal ha sonado... Mírame... Mírame... Destapa tus ojos por favor y mírame...



La joven lentamente y mientras seguía con la congoja separó un poco las manos...



- No te conozco, pero aún así ya sé que no eres mala persona. ¿Y sabes por qué? Una mala persona, jamás llegaría a cuestionarse si está haciendo bien o mal. Una mala persona jamás se sentiría una mala persona. Lo hace y punto. Allá cuidados. No, no... mírame, aún no he terminado... Mírame por favor... Una mala persona no se plantearía las consecuencias de sus actos. Seguramente estaría en los dos frentes de batalla como unidades encubiertas disfrutando de las mieles de ambos bandos mientras la batalla sigue haciéndose camino. Muchacha, no eres una mala persona, ¿de acuerdo? Mírame, y dímelo... No eres una mala persona... Aunque lo creas, eres mejor persona que cualquiera que haya conocido hasta hoy. Una mala persona no estaría aquí llorando en pos de su felicidad y las consecuencias de sus actos. Y sobretodo... Tenlo muy presente por favor... Decidas lo que decidas, hagas lo que hagas, te mereces ser feliz. Y como tal, ten muy claro que eres buena persona. Solo traicionarías si te diera igual. No sé exactamente de que estamos hablando aquí, pero tengo muy claro que todos en esta vida se merecen ser felices de algún modo. La vida es corta, la vida es larga, según como se mire, tú eres la que forjara ese devenir. Encárgate; decidas lo que decidas; que lucharás por mejorarlo. Ya sea mejorando lo conocido, como luchando porque lo desconocido sea bueno.



Tras el speech de Liziel, el silencio se hizo de nuevo, y la joven sacó un puñado de pañuelos de papel del bolso. Con ellos se secó las lágrimas y se sonó la nariz.



Cuando el joven observó que la muchacha usaba los pañuelos y los guardaba en el bolso para no ensuciar la playa aprovechó para cerrar la conversación con otro comentario:



- Una mala persona JAMÁS guardaría los pañuelos usados para tirarlos luego a la papelera. Espero que ese bolso tan enorme no esté plagado de ellos, porque ¡¡vaya asquete!!



La joven se echó a reír de nuevo sinceramente mientras aún quedaba un poco de la humedad de sus lágrimas.



- Ya te lo he dicho antes prematuramente. Pero cuando sonríes, tus ojos se iluminan. Y se hacen preciosos. Siempre que puedas no pares de sonreír. De corazón te lo digo. Yo te voy a ir abandonando ya. Que se me ha hecho muy tarde y he dejado el coche un poco lejos. Pero solo te diré, que en mi vida habría pagado con todas y cada una de las partes de mi cuerpo, porque la persona que me amara le brillaran así los ojos cuando la hiciera reír. Suertudo el que te conquiste.



Tras la última frase de Liziel, este se levantó y se dispuso a marchar. Cuando...



- Damiel...


- Disculpa, ¿que? -Giró la cabeza Liziel.


- Me llamo Damiel. Y ha sido un placer…


- El placer ha sido mío.



Mientras Liziel respondía esto último, sacó una sudadera de cremallera de la bolsa del ordenador que portaba, rompió la distancia de seguridad que la separaba de Damiel, y se la puso sobre la espalda cubriéndola por completo.



- Gra... Gracias -Balbuceó la joven.


- De nada, es que llevo rato viéndote recogida como una bolita y he creído que era oportuno. Eso sí, quédatela. Yo iba a tirarla en el contenedor más cercano.


- No, no...


- Sí, y sí. Punto... Será por sudaderas cutres como esta... Te la regalo.


- Gracias...


- No me las des. A ti por todo.


- No me has entendido Liziel. Gracias, por todo. De corazón.


- ¡Bah! ¿Que menos? Estaba por el pueblo. ¡Jejeje!



Tras esta última frase, el muchacho se despidió y marchó poco a poco en pos de retomar su vehículo.



La joven se quedó unos cuantos minutos pensando. Cobijada ahora por el calor acumulado bajo la sudadera, volvió al campo de batalla que eran sus pensamientos con energías renovadas. Aún seguía perdida como la neblina que acompaña la bruma en momentos de aguas revueltas, y sin embargo ahora se sentía con un pequeño GPS que de vez en cuando le indicaba el rumbo a seguir.



Poco después de que Liziel marchara, Damiel se levantó, introdujo el bolso bajo la sudadera y cerró la cremallera para no perder ni un ápice de calor hasta que alcanzara el coche. Cosa que hizo tan pronto se sacudió los pies y se los calzó de nuevo.



Y tan pronto el coche de Damiel se puso en marcha y desapareció, Liziel, que se encontraba oculto y vigilando en la distancia que no le pasara nada a la joven mientras permaneciera sola en la playa, cogió su portátil y tras la frase que tenía escrita antes de conocer a la muchacha:




"...no puedo soportarlo. Necesito dar rienda suelta a este cariño, y cada día la gente es peor. Moriré solo. Si no de una úlcera por mis vacíos estomacales, lo haré por la edad. Pero creo que será solo."




Añadió el siguiente parrafo:




"Bueno... He de reconocer que respecto a la gente, aún hay esperanzas para mí. Ojala me llegue pronto. Ya que muero un poquito cada día más. Mientras tanto intentaré darme pequeñas dosis para suplir mi abstinencia de cariño en pareja obtenido; buscando las sonrisas, los muchísimos abrazos y los besos de mis amigos de verdad."




Y tras guardar el documento. Apagar el ordenador y cerrarlo, se introdujo en su viejo coche para regresar a casa. La noche era fría, y sin embargo la piel de pollo del joven había desaparecido.



Ahora bien, el incierto futuro volvería a cruzar a los dos jóvenes otra vez.



¡Ah! Pero eso es ya otra historia...




Los ojos oscuros... Divino tesoro. Brillan cuando más se emocionan. Y dicen mucho más cuando permanecen tranquilos.



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domingo, 9 de mayo de 2010

L4D1 - RELATO de un IMPOSIBLE en NO MERCY

Me he considerado siempre un pelín ansioso en obtener los logros de cualquier juego que caiga entre mis manos y me acabe enganchando. No obstante hay un par de logros que no me veré capaz de realizar hasta conseguir un equipo con el que lidiarlos.


Y estos son los logros de EXPERTO o IMPOSIBLE en la saga LEFT4DEAD. Hoy he intentado obtenerlos por mi cuenta en el MERCY del L4D1 con los bots como único apoyo. Y tengo que decir que hasta el capítulo del HOSPITAL ha sido un verdadero éxito. Ahí, un Tank nos ha jodido el asunto. Y bien es sabido que para conseguir ese logro no se ha de reiniciar la partida en ninguno de sus capítulos. En fin...


Sea como fuere, comienza aquí mi crónica de una batalla por la supervivencia:


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Me llamo Louis. Y esta es mi historia...


Capítulo 1 - Los callejones escondidos


Se acercan las 4 de la tarde. Es de noche, y en las calles colindantes al hospital Mercy hace un frío del cagarse. No obstante, nuestra templanza lidiando con las hordas de infectados, no nos hace reparar siquiera en la lluvia que nos cala los huesos. Tras una pequeña escaramuza que nos hace quedar sitiados en una azotea, vemos como un helicóptero recorre las calles en busca de supervivientes, mencionando por el altavoz un punto de recogida en el mismísimo hospital Mercy que vemos en la lejanía.


- Deberiamos viajar por los tuneles del metro al hospital. -Menciona nuestro combatiente veterano Bill- Por lo que sería aconsejable evitar las calles...


Tras equiparnos con los suministros abandonados en su muerte; por un hombre cuyo cadaver yace a nuestra vera; comenzamos a buscar una salida. Creo que el recorrido por estos apartamentos no será un viaje de rosas. Tras bajar 2 pisos, empezamos a ser visitados por infectados algo diferentes de los comunes que encontramos a cada paso que damos. El primero; un gordo mórbido y bastante desagradable a la vista, al oído y al olfato; sorprende a Francis regurgitándole la primera papilla humana que se habría merendado. Y en décimas de segundo, una horda de infectados empiezan a salir de todas partes para ir a por él. No sabemos muy bien el porqué, pero esas vomitonas de ese personaje tan desagradable atraen como moscas a estos enfermos más lejos de la vida que de la muerte.


Sin retrasarnos más de lo debido; y tras matar al infectado gordo; conseguimos llegar a la planta baja, que nos da acceso a la calle. Eso sí, hemos de salir por la puerta trasera hacia los callejones. Más que nada porque hay un vehículo enorme incrustado en la puerta principal. ¡¡Pobre diablo!! ¡Vete a saber lo que habrá sufrido su conductor!


Sin esperarme a observar, salgo decidido a la calle y otro infectado distinto a los comunes, se abalanza sobre mi. ¡Dios! ¡Sus uñas me están destrozando! Y mis compañeros se han encontrado con una pequeña resistencia en los pasillos como para alcanzarme a tiempo.


La primera en llegar a mi ha sido Zoey. Que a pesar de que me ha salvado de ese infectado de uñas largas no ha podido evitar que fuera incapacitado por él. Cosa que al levantarme solventa curándome con su botiquín. ¡El camino no va a ser tan sencillo como parece!


Seguimos transitando los callejones. Y aunque tenemos la suerte de encontrar algún suministro como pastillas para el dolor, una segunda pistola e incluso molotovs abandonados por los fallecidos en las calles; no tenemos tanta suerte por haber llamado la atención de pequeñas hordas que vienen a decirnos básicamente: "¡¡Eh chavales, más os vale ir ligeritos si no quereis caer en nuestras manos antes de llegar a vuestro destino!!" ¡¡Valientes cabrones no muertos!! No solo nos van desgastando entre escaramuza y escaramuza. Si no que encima se atreven a deleitarnos con dotes de agilidad que los Zombis de George A. Romero (el creador indiscutible) jamás representaron en ninguna de sus películas.


¡Dios! Tras la última escaramuza; justo antes de divisar la entrada al metro; hemos quedado bastante tocados. Es curioso que de un solo golpe de infectado podamos quedarnos con tan poca fuerza. Solo puedo decir que mis compañeros Bill, Francis y Zoey han utilizado sus botiquines. Y yo aún conservo el mío puesto que estoy tirando de pastillas para el dolor. Si llegamos bien a algún refugio lo utilizaré con mis compañeros. Más vale cuidar de ellos mejor que de mi mismo. Puesto que su apoyo incondicional será lo que decida nuestra suerte en este viaje apocalíptico.




Capítulo 2 - Los túneles bajo tierra


Hemos llegado al refugio. Y hemos decidido parar a descansar, puesto que nuestro primer paseo por los exteriores en el capítulo anterior nos dejó bastante tocados. Hemos utilizado 3 de los 4 botiquines que hemos encontrado en el refugio. Por lo que ahora mismo; contando el que portaba yo; contamos con 2 botiquines para seguir la aventura.


Bill, tras encenderse su siguiente cigarro, echa un vistazo a la salida tras la puerta blindada y exclama:


- ¡¡Los pasillos están plagados de zombis!!


¡¡Aaaamigo!! Los muertos vivientes van allá donde haya comida. Y un tunel donde cada día transitan cientos de Metros llenos de gente, puede ser un reclamo poderoso. En fin... Nos incorporamos todos, y tras una mirada cómplice nos lanzamos a la aventura.


Lo primero que decidimos hacer antes de pegar el salto y bajar a las profundidades de la ciudad, es limpiar la zona de entrada. Hay muchos zombis, y la experiencia anterior me ha enseñado que en manada son mortales de necesidad. Una vez desinfectada la zona, soy el primero en dar el salto a las profudindades. Y me toca decidir si bajar por unas escaleras, o seguir de frente para alcanzar un respiradero. Creo que el respiradero me parece mejor camino.


Tras salir del mismo y alcanzar la zona de Taquillas, me encuentro con un par de bombas caseras. ¡Esas sí que son útiles limpiando! Tras lanzar una de ellas, estas bombas emiten un pitido que atrae a todos los infectados comunes a un mismo punto. Casi, casi como la vomitona del BOOMER (ese gordo horondo recubierto de pústulas enormes y con grandes ataques de acidez). Pos bueno, tras lanzar las dos bombas limpiando un poco el camino decido coger el molotov que había cerca. Que aunque no es tan atractivo a la hora de atraer los infectados, seguro que le daremos buena utilidad.


Seguimos abriéndonos camino. Tras abandonar la zona de taquillas y llegar a la estación... (No quisierais saber como estaba la misma) ...comenzamos a escuchar un lloro. Hay una mujer llorando. Y es la segunda vez en la aventura que nos encontramos con un especimen así. Una mujer infectada. Con ojos brillantes como el fuego y dedos con uñas como sables. La última vez que vimos una casi me incrusta esas uñas por donde no da la luz del día. ¡¡Quita, quita!! Que siga llorando, que por suerte para nosotros no se interpone en nuestro camino.


¡¡Dios!! Que desolador... Fuego... Vagones volcados... Cadaveres de gente inmune; como nosotros; diseminados por doquier... Y una infinita población de zombis que están deseando darnos por el culo. No obstante, este trayecto ha tenido algo bueno... Hemos podido desechar las armas que portábamos por unas armas bastante mejores (rifle de asalto, escopeta poderosa de 10 tiros, y un rifle de caza con mira telescópica). Se ve, que el superviviente que yacía al lado de las mismas luchó como un león hasta el final. Sin mencionar que es posible que hubiera alguien vivo con él, puesto que está recubierto con una manta. O eso, o es signo de que otros supervivientes inmunes como nosotros se apiadaron de él en la muerte cuando pasaron a su lado y lo taparon.


¡¡Mierda!! El tunel de acceso está bloqueado por un vagón. Y además aparece un tercer tipo de infectado nada parecido a los comunes que me alcanza con su larga lengua. (Este último ya lo habíamos conocido en el capítulo anterior. Pero nunca llegó a alcanzarnos.) Mientras soy arrastrado por su larguisima y asquerosa lengua, mi viejo amigo el Hunter (el infectado no común con las uñas de un águila calva) se avalanza sobre mi para volver a darme donde más me duele. ¿Por qué siempre vienes a mi? ¿Es porque soy negro? ¿A mis compañeros no les tocas porque son blancos?


¡Dios! Ahora, aunque he recibido daños, no son tan graves, puesto que Zoey acaba con el cabrón antes de que me dejara inmovilizado en el suelo. Y Bill, con eso de que porta ahora su rifle de asalto, demuestra su gran puntería a distancia acabando con el infectado de la lengua larga. (Creo que haremos caso a Zoey y lo llamaremos Smoker. Más que nada porque al diñarla libera un densísimo humo. Cosa de la que me pregunto si será peligroso inhalarlo).


Bien... Tras viajar por el interior del vagón siniestrado al otro lado empiezo a escuchar una respiración que me inquieta. No se parece a nada de lo que hayamos oído antes. Sin embargo, de algún modo, me resultaba familiar. En fin, sin pararme a pensar en ello exploro la habitación contigua y me encuentro con otro par de bombas y un molotov. Cosa que nos viene al pelo, puesto que la siguiente habitación subiendo hacia una sala de generadores; está plagada de zombis. Limpio la zona con las 2 bombas y me equipo con el molotov. Y efectivamente llegamos a la gran sala con unos enromes generadores que salen del suelo.


Tras limpiar un poco la entrada, nos introducimos en la sala y la respiración agitada deja de serlo para convertirse en un rugido que SÍ conocíamos...


Ese bicho lo llamábamos TANK. Y no precisamente por ser el primo NO MUERTO del mismisimo HULK. Si no porque el muy hijoputa se lleva por delante cualquier cosa que encuentra. Asi que, tras lanzar el molotov que le prende fuego grito: ¡¡VAMONOS!!


Y empezamos como obsesos a correr deshaciendo todo el camino. Durante la carrera los pasos del tank, su respiración y sobre todo sus gritos por el fuego que lo consumían nos acechan cada vez más. Y tambien hay que decir que durante la carrera, mis 3 compañeros son abatidos. Cosa que no me preocupó demasiado, puesto que los infectados que abaten a los supervivientes que todavía no se van a comer los llevan a una sala cerrada. Así que podría rescatarlos si sobrevivo al TANK que aunque arde aún sigue corriendo tras de mí. Total, tras llegar a la zona de taquillas, mientras todo temblaba por el correr de esa bestia, le oigo gritar fuertemente hasta dejar de sentir sus pasos. Espero que el fuego del molotov le haya jodido bien al hijoputa.


¡Buf! Retomo el aliento por un momento; mientras vigilo que ningún infectado especial aparezca de la nada. Y de pronto escucho a mis compañeros gritar en una sala cercana. Tras liberarlos decidimos volver a rehacer el camino. Cosa que, habiendolo limpiado previamente nos sonaba familiar. Así que, sí, el paseo ha sido muy tranquilo hasta alcanzar la zona de armas. Mis compañeros retoman las armas que habían perdido en la escapada con el TANK. Y volvemos a alcanzar la sala de generadores. Pero... ¡mal rollo! Para poder continuar hemos de abrir una puerta cerrada. Y es automática...


No sé porque siempre nos tiene que pasar esto a nosotros. Pos nada, nos equipamos con las pastillas + los 2 botiquines que aún conservávamos y activamos el panel que enciende los generadores. Y como era de esperar, llamamos la atención de los muertos vivientes que vienen a tocarnos las pelotas. Pos nada, como machotes a aguantar las oleadas en la sala de primeros auxilios. Cosa que me parece increíble no haber mencionado... En la misma sala, encontramos una Gatling que me vino muy bien para cubrir las entradas a la misma. De este modo mis compañeros podían cubrir el agujero del suelo que daba al piso inferior.


La batalla ha sido todo un éxito. Aunque Zoey ha terminado bastante tocada tras recibir algunos impactos de infectado, Francis la cura con el botiquin que portaba. Yo aún conservo el mío. Espero no necesitar usarlo en el máximo tiempo posible. En fin Pilarín... Seguimos avanzando y tras proveernos de munición en la sala de control superior repleta de armas, seguimos por los pasillos bajando al exterior. ¡No! ¡Otra vez en las calle no!


Tras bajar las escaleras que dan a la primera planta un BOOMER me regurgita encima, y no contento con dejarme convertido en el caramelo de los infectados comunes, mi grandísimo amigo el HUNTER se avalanza sobre mi para volver a incrustarme sus uñas. Huelga decir, que entre la horda y el Hunter que me incapacita por segunda vez, necesito de la inestimable ayuda de mis compañeros que me cubren de las hordas hasta que pueden levantarme... ¡Genial, ahora toca gastar el último botiquín que llevamos!


Con mala saña salgo al exterior y tras gritar a mis compañeros que corramos sin parar, descubrimos un refugio en la casa de empeños. ¡Bien! ¡Lo conseguiremos! Aunque tan pronto canto esa victoria, una mini horda de infectados nos cierra el camino. Pero me siento tranquilo puesto que es despachada rápidamente con la fuerza de fuego conjunta de los 4. Alcanzamos el refugio y decidimos descansar un poco.




Capítulo 3 - Las cloacas


Este viaje puede con nosotros. Aunque nos hemos curado ya unas cuantas veces, empezamos a notar el cansancio en nuestros cuerpos. No sabemos muy bien cuanta distancia quedará hasta alcanzar el hospital Mercy. Solo sabemos que vamos por el buen camino siguiendo nuestra orientación. Que para desgracia del grupo, la mía es pésima. En fin... Salgamos de esta habitación y lleguemos a ese estúpido hospital de una vez.


Tras salir, aunque vemos zonas que podríamos explorar, hemos aprendido que cuanto más nos quedemos en un sitio más amigos muertos nos visitarán. Por lo que corremos por los callejones hasta alcanzar una especie de cafetería, y en el esterior un aparcamiento de camiones con una gasolinera.


¡Un momento! ¿¡No me jodas que vamos a tener un segundo TANK en nuestra aventura!?


Pos efectivamente... El muy hijoputa estaba escondido tras uno de los camiones. Y al verme comienza a correr como un poseso. Eso sí, antes se detiene a lanzarme pedruscos... ¿Ah sí? ¿Sabes que estás muy cerca de la gasolinera? ¡¡Toma esto cabrón!! Disparo a uno de los depósitos y sucede una enorme explosión que aunque no mata al bicho, al menos lo desorienta un poco. Estoy seguro que ha sufrido daños. De nuevo, y tal y como hicimos en la vez anterior. Comenzamos a correr deshaciendo el camino que ya habíamos andado. No obstante Zoey es alcanzada y Bill al intentar ayudarla. Los únicos que aguantamos en pie somos Francis y yo. Total, en el momento ESCAPADA, encuentro un molotov que antes no había visto. Por lo que me viene de puta madre para prender al Tank como una cerilla. Aprovecho entonces que mientras juega a pillar con Francis encendido como un fósforo, yo puedo alcanzarlo por detrás y descargar sobre el varios cartuchos de mi rifle de asalto. ¡Bien! Ha caído. Levanto a Francis y juntos vamos a rescatar a Zoey y Bill que estan de nuevo encerrados como comida almacenada en una habitación cerrada.


Bien, ahora solo queda volver a recuperar las armas y activar una escalera-ascensor-andamio automático que nos dará acceso a un edificio por el que tenemos que pasar para acercarnos más al Mercy. ¡Dios! Espero que esta escalera automática sea silenciosa... Activo el botón y efectivamente... Tal y como dictaba Murphy en sus leyes, si tenía que hacer ruido para darnos por el culo, podemos estar tranquilos. Que lo hará...


En fin... Lejos de lo que mucha gente pueda pensar, decidimos combatir contra las hordas sin salir del andamio automático. Ya que correr por la tejabana hasta alcanzar nuestro edificio objetivo nos dejaría bastantes flancos sin cubrir. Y puesto que estas hordas no suelen ser infinitas, preferimos aguantar como campeones subidos en el andamio hasta tener el camino libre para recorrerlo sin problemas.


Tras la escaramuza, damos con una especie de pequeña oficina y con otra sala de primeros auxilios. Nos proveemos de munición y de pastillas para el dolor y avanzamos hacia un almacen. (Suponemos que contiene los palés de materiales que se cargarían en los camiones de fuera). En fin, terminamos de atravesarlo y damos con otra puerta trasera que nos lleva de nuevo a unos callejones con escaleras. No sé... Por el aroma, me parece que este camino nos lleva al sistema de alcantarillado de la ciudad. ¡Genial! No bastaban golpes, sangre, vomitonas y violencia por doquier. Ahora tendremos que llevar una fragancia a heces que no será ni normal...


En fin... De nuevo disparos y mas disparos en pos de abrirnos camino. Y cuando llegamos al fin a las alcantarillas un Boomer nos sorprende potándonos encima. Cosa que junto con mi amigo el Hunter nos hacen la Pascua de verano. (Para variar, el Hunter incapacita al único negro del grupo). Menos mal que de los 4 que luchamos, BILL (el más herido de todos) continúa en pie. Así que, tras levantarme, se dirige a Francis. Y yo; que no siendo tonto; me dirijo a Zoey.


Experto1.jpg


Sé que solo tenemos un botiquin. Y que debería curar a Bill por su aguante en la última escaramuza. Sin embargo, puesto que ninguno de mis compañeros porta una bomba o molotov, decido curarme yo para limpiar el camino y proteger al grupo.


¡Genial! Estamos casi en la salida, y si nuestros cálculos son correctos, la entrada al Mercy debe estar de frente. ¡Pos nada! Subamos las escaleras y lancemos la bomba para limpiar un poco la zona que hemos de superar todavía.


Es curioso, porque a medida que avanzamos, el compañero más herido y que más cogea es Bill. Y sin embargo también es el que más ha aguantado como un jabato las últimas escaramuzas. En fin... Veo el refugio y como alma que lleva al diablo me dirijo corriendo a él. Sin embargo unos amigos infectados que no fueron alertados por la bomba me esperan y me bloquean el camino. No importa. Acabo de curarme antes de subir por lo que los despacharé rapido.


¡Y una mierda! Un jodido Boomer aparece en la habitación contigua y tras pringarme entero, esos 10 infectados se convierten en 30. Vuelvo a ser incapacitado mientras sigo disparando sin cesar para limpiar el camino a mis salvadores que venían cogeando diez pasos atrás.


Tras levantarme; no sin el dolor consecuente; entramos de lleno al refugio y cerramos la puerta para sobrevivir luchando un día más.




Capítulo 4 - No he llegado tan lejos, para morir ahora


¡Es increíble! ¡Estamos en el Mercy! ¡Así se hace!


Intento mantener un estado de ánimo que contagie a mis compañeros. Pero estamos tan lacrados por los capítulos anteriores que hemos gastado los botiquines que teníamos disponibles aquí. No sé. Seamos optimistas. Estamos en un hospital. Aquí debiera de haber botiquines a tutiplén. En fin. Los rostros de Francis y Zoey son un poema. Incluso estando saludables tras haberse curado sabemos que no va a ser nada facil alcanzar la azotea. ¡Efectivamente! El rescate debe ser en la azotea. Y estamos en la planta baja para un hospital que así a ojo tiene que tener 30 pisos.


- Bueno... -Suspira Zoey- ...al tajo.


Abrimos la puerta del refugio y lo primero que vemos son estrechos pasillos completamente plagados de infectados con ropa de hospital. ¡HE ODIADO LOS HOSPITALES TANTO COMO LAS IGLESIAS! Y sin embargo mi esperanza de vida se resume en un hospital cuyo aroma a DESINFECCIÓN ESTERIL y ANCIANIDAD se ha sustituído por el de INFECCIÓN ZOMBI y MUERTE.


Aunque nos preocupamos más de abrirnos camino intentando que no nos golpeen esos malnacidos, tengo tiempo de reparar en la cantidad de cadáveres repletos de insectos que decoran los fúnebres pasillos. No me puedo creer que esto esté pasando. Yo... Que era informático en la empresa donde trabajaba. Y aunque tuve el placer de pegarle un tiro en la cabeza al hijoputa de mi jefe cuando se transformó e intentó comerme, siempre he disfrutado con mi puesto de trabajo. Y ahora aquí me encuentro, luchando por mi supervivencia en pos de un futuro incierto.


¡¡HIJOS DE PUTAAAA!! Descargo varios cartuchos de mi rifle de asalto contra los infectados en horda que habían aparecido. Y aunque acabo con gran parte de todos ellos, otro grupo de estos engendros me alcanzaron por detrás dejándome en mínimos mi energía. Menos mal que Zoey se ha hecho con un botiquin y me cura. En fin, decido recargar de nuevo en el refugio, puesto que no habíamos avanzado mucho y ya podía escuchar de nuevo la agitada respiración de un jodido Tank. Menos mal que la experiencia me ha enseñado a guardar un molotov para estas ocasiones. Solo hay algo que me preocupa más que el Tank y es...


Que con unos pasillos tan estrechos y sin oportunidad de tomar desvíos para machacarlo podemos ser carne de sus puños. En fin... No queda otra. O somos pasto de las hordas que nos van detectando por doquier, o luchamos contra el tank para intentar llegar a la azotea y sobrevivir.


En la segunda planta, la respiración se hace más audible. Y puesto que el camino por las escaleras está bloqueado tenemos que atravesar la planta. Al entrar el Tank ruge y empieza a perseguirnos. No tenemos escapatoria... Lanzo el molotov al suelo para que el muy tonto se prenda con él, y empiezo a correr con mis compañeros deshaciendo el camino. Quizás con un poco de suerte el fuego lo consuma antes de que nos alcance...


Sin embargo, ¡ay angustia! ¡Dolor! ¡Muertos collados...! El bicharraco nos va jodiendo uno a uno. Y eso que nosotros le disparamos sin cesar. El último de mis compañeros en caer es Bill, que cae frente a la puerta del refugio. Y puesto que yo no tengo otra salida, intento en vano entretener al Tank con la puerta blindada. Sin embargo, sin la barra de metal del principio esta puerta cae de un solo puñetazo y yo caigo acto seguido de un segundo ostiazo. Muy a mi pesar de haber preparado con la escopeta de 10 tiros que es bastante más efectiva contra este mostrenco. Pero nada, no ha sido posible. Hemos caído los cuatro.


Experto3.jpg


¡¡He odiado los hospitales tanto como las iglesias!! Y ahora como una ironía vengatíva de la vida voy a acabar escribiendo mis últimas palabras yaciendo aquí. En el suelo de uno tan frío como la baldosa y tan sucio como los cadáveres que porta. Si bien es cierto que mil pensamientos se abarcan en mi mente, solo uno es el que me precupa ahora mismo...


Y es que... ¡¡¡ALGÚN DÍA VOY A CONSEGUIR TERMINARME TODA LA CAMPAÑA DEL NO MERCY EN IMPOSIBLE-EXPERTO PARA DAR POR EL CULO AL MUSCULADO CUERPO DEL TANK!!! ¡¡Aunque eso implique COGER UNA INFECCIÓN DE CABALLO ZOMBI!!



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